jueves, 19 de noviembre de 2009

A quién no le gusta un rico masajito?

O sea, o sea, entiéndanme! Ustedes saben todo el trabajo que nosotros pasamos en la calle? Ustedes no se imaginan las cosas que vemos en la calle! Ustedes no se imaginan lo maltratados que llegan nuestros colegas después de pasar sabrá Dios cuanto tiempo rodando en la calle haciendo nada mas que pasar trabajo!

El otro día llego un grupo de $100. Ay señores! Que pobres papeleticas que habían pasado lucha! Tenían una cara de tragedia!! Lo primero es que estaban embolladas en un puño! Cuando yo vi eso quiso dar un infarto! Las pobres rodaron por el mostrador, y cuando se pararon estaban hasta temblando del mareo tan grande!

Gracias a Dios que su dueño fue inteligente, y las trajo a la Casa del Ahorro. El cajero que las atendió se dio cuenta de que, las pobres, necesitaban ser tratadas bien, así que de inmediato las unió a un grupo de $100 que estaba preparándose para el masaje del día.

No tengo que decirles que esas amigas papeletas nuestras estaban de risita cuando les hicieron ese masajito en los pies.

sábado, 31 de octubre de 2009

Bienvenidos a La Casa del Ahorro!!!




Erase una vez, un grupo de papeletas amontonadas en un bolsillo. Se sentían cansadas, apretadas, y agobiadas por el desesperante calor de ese estrecho bolsillo que se movía para todos lados. Los peores momentos en las vidas de estas sufridas papeletas, eran las noches, cuando salían de ese bolsillo a ser guardadas en otro lugar.

Una de esas noches, cansadas de tanto batallar, las papeletas se reunieron a discutir su suerte. La de $2,000 tomó la palabra, por ser la mayor:

"Amigos, imagino que todos están de acuerdo en que está situación no puede continuar! Sufrimos, lloramos, pasamos penurias; y lo peor de todo es que no generamos nada a nuestro dueño! Tenemo que buscar la forma de ser rentables, y a la vez estar cómodos!"

Las demás papeletas gritaban emocionadas. Todas estaban de acuerdo en que necesitaban una mejor forma de vivir, y además hacer un bien ayudando a generar más papeletas. La de $2,000 continuó:

"Necesitamos la colaboración de todos para poder avanzar. Necesitamos de sus ideas para que la operación sea un éxito!"

La de $100, pequenita pero muy animada, se avalanzó diciendo: "yo sé qué hacer! Yo tengo la solución!" Las demás papeletas escucharon atentas. El plan les encantó y decidieron ponerlo a funcionar de inmediato!

Al otro día, todas unidas, empujaron todo lo que pudieron hacia ese lugar en donde sabían que podían ser felices. El pantalón y su dueno no entendían por qué el bolsillo hacía tanta fuerza hacia un solo lugar. Por fin llegaron a la puerta, y lo entendieron.

Ahí, frente a ellos estaba La Asociación Cibao de Ahorro Préstamo, que con su promoción La Casa del Ahorro aseguraba, no sólo un gran cuidado para las papeletas, también grandes premios para su dueno.

Las papeletas ahora viven felices, trabajando para multiplicarse.

Bienvenidos a La Casa del Ahorro. No se pierdan las aventuras de nuestras amigas, las papeletas, en éste su blog.